Las lámparas de carburo se inventaron poco antes de 1900 y se utilizaron intensamente en minería durante muchos años, substituyendo a las tradicionales velas y lámparas de aceite que además tenían que ser llevadas en la mano.
El bajo coste del carburo y la extraordinaria potencia lumínica del acetileno serían rápidamente aceptados en todas las actividades mineras. En 1899 aparecen las primeras patentes de lámparas de acetileno en Estados Unidos y Alemania, y en la primera decada del siglo XX casi todos los países fabrican sus propios modelos. Los aparatos originales han sufrido muy pocas modificaciones desde la aparición de los primeros modelos, pues el fundamento de su funcionamiento apenas ha variado. Toda lámpara de carburo consta de un depósito superior de agua, y mediante una válvula reguladora deja gotear el agua al depósito inferior donde se encuentra el carburo, produciéndose así gas acetileno, que por medio de un conducto se dirige al mechero o quemador, que se encuentra situado en el exterior, produciendo una llama intensa y muy brillante. La economía, robustez, rendimiento lumínico y duración del combustible hicieron de las lámparas de carburo el medio óptimo para iluminación de minas durante casi todo el siglo XX, hasta que poco a poco fueron arrinconadas por los sistemas eléctricos.
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Trabajos y Artesanías realizadas en Bronce
Intro
Con este cuerpo metálico amarillo rojizo tenaz y sonoro resultante de la aleación del cobre con el estaño, se han creado piezas únicas...
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Este es un blog dedicado a los coleccionistas de artesanías elaboradas en bronce, a los que con nostalgia recuerdan las lámparas que iluminaban el sendero de los mineros y a quienes trabajaron en alguna mina de extracción de minerales.