Mi nombre es Segundo González, fui minero toda mi vida, hasta que por razones de salud y edad me retiré.
Debido al poco dinero que recibí de mi juilación me sentí con la obligación de seguir trabajando, pero mi pregunta era ¿en dónde trabajaré?, ¿quién me contratará?.... Después de pensar una y otra vez qué haría (por que no quería sentirme un inutil en casa) decidí confeccionar lámparas. Las mismas lámparas que me acompañaron diariamente cuando trabajaba en las minas. Pense que otras personas, al igual que yo, querrían tener de recuerdo alguna de ellas. Fue entonces así como comencé a fabricarlas y venderlas.
Al comienzo fue dificil, porque debían conocerme como artesano y tuve que abrir caminos para ello. Por fortuna mi esposa ha sido una compañera fiel en todo este proceso y me ha ayudado muchísimo en establecerme como microempresario. Ambos estamos felices por nuestros logros, hemos conocido gran parte de Chile gracias a las Ferias que nos han invitado como expositores, nuestros trabajos han llegado al extranjero, nos han reconocido por nuestro espíritu de superación y lo mejor de todo es que aún trabajo y no me siento una carga para mi familia, todo lo contrario, soy un apoyo, porque la edad no es un impedimento para trabajar y superarse.
